18May

Para Javier Creixell, director general de Magnesitas Navarras, uno de los referentes mundiales en soluciones de óxido de magnesio, la minería tiene un impacto positivo en el entorno más allá de la mera actividad económica y de la creación de empleo, puesto que es un dique contra la despoblación.  La empresa que dirige, opera en Eugi desde hace 75 años uno de los principales yacimientos de magnesita de Europa occidental. Este mineral es una materia prima esencial para la nutrición de las plantas y de los animales, con un creciente mercado medioambiental como elemento clave en la descontaminación de suelos, y fundamental para el sector siderúrgico. Creixell considera que la industria extractiva no es un problema para la biodiversidad sino una oportunidad. “La despoblación es su mayor riesgo”, señala el director general de MAGNA, empresa que cuenta con una plantilla directa de 226 personas en Navarra, el 60% originarios de los valles de Esteríbar, Erro y Baztán.

Desde un punto de vista económico, recalca que la actual situación de crisis marcada por la pandemia ha evidenciado la importancia de garantizar las cadenas de suministro locales; “Debemos ser conscientes de que Europa solo produce el 40% de los materiales que necesita. El resto se importa de países como China u otros, con menores garantías ambientales y sociales, y es destacable que el 70% de la industria europea depende de manera directa o indirecta de la minería.”

¿De qué manera contribuye Magnesitas Navarras a frenar la despoblación?

La tendencia global hacia la aglomeración en las grandes ciudades y el abandono del medio rural es una realidad presente en los cinco continentes. Este fenómeno también se produce en Navarra, donde la desigualdad demográfica es cada vez más patente entre los diferentes territorios. Así, la comarca del Pirineo, en la última década ha experimentado un descenso de sus habitantes del 13,3%.  En nuestra zona de operación, los valles de Esteríbar (prepirineo) y especialmente Erro (pirineo), ya padecen hoy en su conjunto el mismo problema de despoblamiento. Cabe recordar en este punto que la Unión Europea sitúa el riesgo de despoblamiento en una densidad de 12,5 habitantes por kilómetro cuadrado, y tanto el Valle de Esteríbar (sin la urbanización de Olloki), como el Valle de Erro, son dos zonas muy por debajo de este umbral de riesgo. Por ello es muy importante el papel de Magnesitas como motor industrial de la zona que ofrece empleo directo estable y de calidad, y genera otro tanto empleo indirecto, con compras a proveedores locales en el último año (transportistas, talleres, etc) por importe superior a 15,5 millones de euros, según nuestro último informe de sostenibilidad.

Además, lo hacemos con especial foco en la protección de los valores ambientales y medioambientales de nuestro entorno, algo en lo que pretendemos ser referentes a nivel sectorial y que hemos plasmado en nuestro Plan de Sostenibilidad “Compartimos Futuro”, un conjunto de compromisos voluntarios con objetivos medibles y alineados con los ODS, que cualquiera puede consultar en nuestra web, puesto que son públicos.

Pese a esos efectos positivos de la minería en el entorno, el sector no goza de una buena imagen. ¿Cuál es su opinión al respecto?

La minería bien entendida, planteada y gestionada – específicamente, minería de roca industrial como la nuestra- supone unas afecciones muy concretas y limitadas en el espacio y en el tiempo al medio natural, pudiendo aportar una serie de beneficios muy importantes en los núcleos rurales. Sin embargo es cierto que en el pasado no todo se hizo bien, por lo que es clave para la legitimidad social de la industria ser ejemplo de ciudadanía corporativa y de compromiso ambiental.  La minería, además de tener esos impactos ambientales concretos y limitados, puede generar otros positivos, dinamizadores y de crecimiento poblacional, de aumento de la actividad empresarial local en su conjunto y de perfecta armonía con el entorno natural. Las afecciones al capital natural de la actividad extractiva de magnesita son muy concretas y localizadas y pueden ser prevenidas, corregidas y mitigadas, planteando el aprovechamiento sostenible de los recursos naturales que ofrece la zona.

Más allá de los beneficios en la generación de empleo y de riqueza, ¿cuál es la aportación de una gran empresa a su entorno?

En Magna defendemos que la industria extractiva no somos un problema para la biodiversidad sino una oportunidad.  La despoblación es el mayor riesgo. El desarrollo económico y la protección de la biodiversidad son compatibles. En el marco del Plan de Sostenibilidad “Compartimos Futuro” hemos asumido diferentes compromisos en materia de medio ambiente, acción contra el cambio climático; economía circular; equilibrio territorial, etcétera… Uno de los objetivos principales del plan es hacer de Magnesitas Navarras un referente en la restauración e integración ambiental de espacios mineros. Para lograrlo, Magnesitas Navarras trabaja con un equipo de especialistas ambientalistas que incorpora al paradigma tradicional de la restauración de espacios mineros el enfoque ecosistémico, integrando conceptos como la conectividad, la sucesión ecológica o la propagación natural para lograr lo objetivos del Plan.  Entre esos objetivos,  destacan algunos como el aumentar los índices de biodiversidad de las zonas restauradas y por restaurar, o mejorar los rendimientos y el éxito de las actuaciones realizadas y futuras.